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miércoles, 12 de septiembre de 2012

MARIA ISABEL ECHAZU RIBERO

La Botica del Ángel – mis comentarios


Al pasar por la calle Luis Sáenz Peña 541 nuestra sorpresa alcanza niveles increíbles al encontrarnos con una iglesia desde la cual saludan y nos dan la bienvenida infinidad de ángeles curiosos. Pero mirando con mayor detenimiento reconocemos que ésta iglesia en realidad es un templo, un museo llamado la Botica del Ángel “El Templo del ángel”, cuyo fundador y dueño fue Eduardo Bergara Leumann.
En realidad el portador de las angélicas presencias fue él, quien se animó a darle vida a éste espacio y centro de arte porteño que si queremos definirlo nos encontraremos en serios problemas: no tiene definición o puede tener varias... Fue el responsable de mutar el espacio interior de la propiedad definido por él como ”sórdido” en un glamoroso y “exagerado” reducto angélico donde se rendía homenaje a las glorias tanto del cine como de la literatura, el arte y personalidades porteñas. Un verdadero sitio de culto de los años 60 que se integraban a una movida histórica y cultural incipiente.
Nace como un espacio teatral alternativo y de exposiciones en 1966 y su inicio fue en una sastrería teatral de la calle Lima 670, al mismo tiempo que el Instituto Di Tella siendo ambos centros de vanguardia. El ambiente era el del “café concert”, audaz, “desacantonado” e imprevisible, tal vez para la época algo insolente … La audiencia disfrutaba al no saber en claro si era audiencia o protagonista de alguna de las ocurrencias de Bergara Leumann, quien gustaba de presentarse vestido de ángel.
El espectáculo era divertido y cultural sin por ellos dejar de ser sorprendente y libre. Al llegar el público era saludado y recibido por los mismos artistas que establecían contacto directo y los acomodaban en el salón facilitando así un trato directo, “aflojándose” mutuamente para disfrutar del espectáculo que nunca era igual al anterior.
Junto con la bienvenida se entregaba a los espectadores una jarra de vino, rosquitas y una palangana para aseo personal. Bergara Leumann miraba dentro de las carteras de las damas como recurso para establecer diálogo o para una inesperada broma, porque era la regla de oro que en la Botica no había libreto, ni rutina, todo surgía del “Ángel” que se creaba en el momento del encuentro. Por supuesto que el espectáculo podía cambiar sin aviso alguno. Como es de esperarse ante ésta nueva dinámica de relación espectador-actor-anfitrión, el público volvía varias veces e invitaba a sus amigos, para disfrutar de la transformación de su rol al participar.
Podemos afirmar que muchas noches no se sabía si pedir autógrafos en el escenario o en la platea. No había un gran final del espectáculo porque todos eran “actores” y al salir el elenco en doble fila, los despedía personalmente a los concurrentes. Los más agradecidos y emocionados eran aquellos espectadores más rígidos y estructurados que habían participado bailando o actuando y se habían podido sentirse libres con su activo protagonismo durante la noche.
El espacio físico estaba rodeado de objetos múltiples, de imaginería kitsch y memorabilia es decir cosas que evocaban lugares o figuras destacadas del arte, la literatura, la política. De ésta forma se encuentra permanente el homenaje a Alfonsina Storni, Silvia y Mirta Legrand, Eva Perón, Zully Moreno, Victoria Ocampo y además obras de renombrados exponentes del arte nacional como Antonio Berni, Josefina Robirosa, Guillermo Roux y Raúl Soldi, entre otros. También facilitó y propició la reaparición de figuras de la cultura nacional como Libertad Lamarque, Niní Marshall, Alberto Castillo, Luisa Vehil, Manuel Mujiica Láinez, Mecha Ortiz y la cantante Tania.
Bergara Leumann fue un generoso impulsor de nuevas figuras, haciendo su debut musical con él Nacha Guevara, Mariquena Monti, Valeria Lynch, Horacio Molina, Marilina Ross, el Cuarteto Zupay y Leonardo Favio.
La primera Botica cerró sus puertas debido a las obras de ensanche de la Avenida 9 de Julio, para dar paso a una segunda - el ''Templo del Ángel'' -en la calle Luis Sáenz Peña 541 de mayor envergadura, en un templo abandonado que Bergara Leumann redecoró y que hoy es un museo del barrio de Montserrat.
También'' La botica del ángel'' fue un ciclo televisivo durante años en canal 7. El programa tuvo un segundo ciclo en la década del 80 como ''La botica del tango'' por canal 11 que en realidad no fue tan exitosa como la primera señalando el principio de su fin como espacio alternativo.
Hoy integra los sitios de interés cultural de la ciudad de Buenos Aires como ámbito especializado en los años sesenta, posee 33 ambientes con diversos escenarios, dependiendo de la Universidad del Salvador.

Agradecimiento a numerosas Fuentes entre ellas datos de asistentes a la Botica, Wikipedia, artículos del Diario La Nación y al Arq. Norberto Tavasci-Dozo por su colaboración.
mas "historias que hacen historia" en: "YO TE DIGO...TANGO" miercoles 22 hs (huso horario de Argentina:  www.radiodetango.com.ar                    

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